jueves, 17 de junio de 2010

La Avenida de Mayo

Fue la primera avenida de la ciudad de Buenos Aires, inuagurada el 8 de julio de 1884, el intendente Torcuato de Alvear, decidió su trazado.
Allí se desarrolló el desfile, en celebración por el Centenario, en 1910.
Sitio de viviendas privilegiadas, con una actividad hotelera inusitada, era una muestra del estilo de vida dirigido a sectores pudientes de la sociedad. El lujo y la opulencia se oponían dentro de la ciudad, al conventillo o casa de pensión donde vivian hacinados los inmigrantes.
Los cafés y confiterías, de ésta avenida, habilitados en las veredas anchas y arboladas, produjeron un cambio en las costumbres sociales, surgiendo así los consumidores "de fin de siglo" y también la concurrencia de la mujer, a estos lugares, que hasta ese momento les estaban prohibidos.
La colectividad española, tuvo una activa presencia en esta avenida, dándole un tono característico y particular, a través de hoteles y teatros.
Constituye el eje cívico-político de la ciudad, comunica la sede del Poder Ejecutivo (CASA de Gobierno) con la sede del Poder Legislativo (Congreso de la Nación)

miércoles, 16 de junio de 2010

martes, 15 de junio de 2010

TEATRO AVENIDA


Llamado originalmente “de la Avenida” en la españolísima Avenida de Mayo, este teatro fue creado por iniciativa de la comunidad española. Abrió sus puertas en el 1908 con la obra “El castigo sin venganza” de Lope de Vega. Especializado en el género lírico español, fue durante muchos años “el teatro de las zarzuelas” y del sainete hispano. Fue cerrado en 1979 cuando un incendio le provocó importantes daños a su sala y destruyó su fachada. Algunos años después, gracias a la unión de un grupo de empresarios argentinos y españoles se iniciaron las obras para su reconstrucción. El nuevo Teatro Avenida (con una capacidad para 1200 espectadores) fue inaugurado en el año 1994 con una función de gala con Plácido Domingo. Su programación hoy cuenta con una importante temporada de ópera.

CAFE TORTONI

http://www.slideshare.net/secret/dkIWG0DEWmeqkX

Fundado en 1858, el Café Tortoni es el más antiguo de Argentina.
Entre sus enmaderadas paredes, junto a sus mesas de roble y mármol verde, se sentaron Alfonsina Storni, Benito Quinquela Martín, Carlos Gardel, Baldomero Fernández Moreno, Luigi Pirandello, Federico García Lorca y Arturo Rubinstein entre otros artistas, hombres de letras y parlamentarios que traspasaron algo de su personalidad a este tradicional café, inseparable ya de la historia de Buenos Aires

LA AVENIDA DE MAYO

En 1884, el Congreso decidió -por iniciativa del intendente Torcuato de Alvear- la apertura de "una avenida de 30 metros de ancho, desde la Plaza de la Victoria hasta la calle Entre Ríos". Una avenida con anchas veredas bordeadas de plátanos, con mesas de café y edificios refinados que enorgulleciera a un país pujante y a una ciudad que se sacudía su aire de gran aldea. También que sirviera de conexión entre dos de los poderes de la República: el Ejecutivo y el Legislativo.

En esa época, las elites porteñas soñaban una Buenos Aires parecida a París y la Avenida de Mayo fue construida con un estilo art-noveau, como lo testimonia la ornamentación de los edificios, desde Bolívar hasta Luis Sáenz Peña: figuras oníricas, angelotes gumbines, sirenas, guirnaldas, imágenes de leones, el tratamiento de herrería artística de los balcones, el remate suntuoso de las grandes cúpulas. Además, algunos arquitectos incluyeron elementos de los estilos Luis VIII y Luis XV y ornamentación de carácter italiano. El edificio más importante de todo el trazado fue el Palacio Barolo, en su momento el más alto de la Ciudad, que se inauguró en el 1919, en el número 1370. Y en Avenida de Mayo 1264 se instaló el primer ascensor de la Ciudad, que se desplazaba con un mecanismo de sogas.

La Avenida fue, desde su inauguración, centro de la vida cultural de la Ciudad. Por sus aceras caminaron Federico García Lorca, Carlos Gardel, Nijinsky, Le Corbusier, Jorge Luis Borges, José Ortega y Gasset, Giaccomo Puccini, la Infanta Isabel de España, George Clemenceau, Albert Einstein, Arthur Rubenstein, Josephine Baker, Claudio Sánchez Albornoz y otros personajes del arte, la cultura y la política.